Los Enanos, como su nombre indica, no son demasiado altos, miden entre 1'2m y 1'5m de altura. Pese a ello, son robustos y corpulentos, mas fuertes y recios que las razas posteriores. Todos tienen barba, tanto hombres como mujeres, y el cortársela es la mayor vergüenza y ofensa que se les puede hacer, ganándose el odio y rencor de toda la raza.
Su carácter es tenaz, indomable y persistente es el esfuerzo y el trabajo, pues son la raza mas trabajadora. Aun así, a aquellos a los que no les agradan esta raza insisten en llamar terquedad a su persistencia y soberbia a su orgullo. Si bien es cierto que en algún momento su orgullo se ha vuelto contra ellos.
Sus habilidades son muchas y muy grandes: su dominio de los metales y las gemas no ha sido superado por nadie que no fuera Aulë y sus mas cercanos alumnos. Su capacidad minera, y sobre todo arquitectónica no tiene igual. Fueron los inventores de las hachas y martillos de combate, las cotas de malla, las mas maravillosas gemas y edificaciones. Eran muy cultos, llevaban numerosos registros de sus actividades, como es ejemplo el Libro de los Registros. Gustaban cantar, pero lo hacían para animar fiestas, y no por el mero hecho de hacerlo. Les gusta comer y beber, y festejar lo que puedan, por lo que en tiempos de paz es raro que escaseen los Enanos obesos.
No gustan de nadar ni navegar, les desagrada volar, y sobre todo montar bestias mas grandes de un poney, por lo que estas monturas son las únicas que usan, cuando no se puede ir caminando.
Su ferocidad en combate es legendaria, pero lo es aun mas la maestría de las armas que utilizan. Es mas frecuente verles con martillos y hachas creados para el combate que con espadas y arcos, aunque no dudan en usar cualquier tipo de arma si la situación lo requiere. También van fuertemente protegidos, pues soportan bien el peso.